El estudio de los OVNIs presentado aquí parte de la constatación de que este fenómeno nos es totalmente misterioso aún hoy en día, a pesar de los medios colosales que se le han dedicado desde hace 70 años, y en los Estados Unidos en particular. La ciencia moderna se ha mostrado incapaz de resolver estos enigmas a pesar de que su realidad ha sido comprobada, aunque no haya sido oficialmente reconocida.
¿Cómo se presenta el problema?
Los OVNIs son descritos como objetos luminosos u objetos materiales, con formas muy diversas, capaces de prestaciones imposibles según las leyes de la física, tales como:
quedar estacionarios en el aire sin ruido, y por consecuencia sin motor convencional,
tener aceleraciones fulgurantes, que no serían soportadas por cuerpos humanos ni incluso por aparatos resultantes de la tecnología humana,
cambiar instantáneamente de dirección a muy alta velocidad, lo cual es incompatible con las leyes de la inercia,
sobrepasar la velocidad del sonido en el aire sin que haya un Bang supersónico,
cambiar de forma y de dimensión a la vista de los testigos,
etc.
Esta característica de los OVNIs, de violar sin cesar las leyes de la física, significa que obedecen a otras leyes, desconocidas por la ciencia. La realidad entones es que la ciencia actual está desarmada para comprender este tipo de manifestaciones, y es por tanto incompetente para explicar su naturaleza.
La originalidad del estudio presentado aquí reposa sobre el hecho de que, a partir de esta constatación, se han buscado otras fuentes de conocimiento. Conocimientos ignorados por la ciencia han permitido interpretar estos fenómenos y explicar su naturaleza. Esta interpretación, que puede parecer sorprendente a primera vista, es coherente con todas las características del fenómeno OVNI.